Archive

Posts Tagged ‘belleza’

Romy Schneider, ángel sin alas


Romy Schneider es una de las grandes actrices del siglo XX. Esta actriz austriaca nació en Viena el 23 de Septiembre de 1938 y murió en París el 29 de Mayo de 1982. Aunque es conocida mundialmente con el nombre de Romy Schneider, su verdadero nombre es Rose-Marie Albach.

Nacida en el seno de una familia de actores, Romy comenzó a actuar a la edad de quince años en la película de Kart Ulrich Lilas blancas y gracias a esta película consiguió su primer debut.

A partir de aquí las ofertas de trabajo no dejaban de llamar a su puerta. Pero al ser todavía muy joven su madre era la que decidía en qué películas debía actuar. Comenzó protagonizando Sueños de circo y Los jóvenes años de una reina del director Ernst Marishka.

La mayoría de las películas que han dado la fama a Romy han sido aquellas en las que representa a mujeres  que han ocupado el trono, como es el caso de Los jóvenes años de una reina en la que interpreta a la reina Victoria de Inglaterra y, por supuesto, la trilogía de Sissi en la que Romy comienza a darle magia a este personaje. Fue un éxito grandioso como Lo que el viento se llevó veinte años antes. Meses más tarde protagoniza la segunda parte: Sissi emperatriz.

En 1956 viaja a Hollywood con su madre y allí recibe de manos de Walt Disney el premio a “la actriz más bonita”. Pero Romy que estaba ya cansada de interpretar el papel de emperatriz, es convencida por su madre para que interprete la última parte de la vida de este personaje histórico: el destino de Sissi.

Pero la vida de esta mujer está marcada por las desgracias: se casó con Alain Delon en 1959, actor con el que compartió papeles como Christine pero su matrimonio no duraría para siempre, ya que tras recibir un telegrama de Orson Welles (actor preferido en su infancia) viaja a Hollywood de nuevo y al regresar su marido la había abandonado.

Varios años después, en 1968, se casa con Harry Meyen (actor y director de teatro) y se mudan a Berlín. De este matrimonio nace un hijo: David Christopher. Pero de nuevo, su matrimonio se va desvaneciendo por problemas económicos.

Así que en 1975 se casa con Daniel Biasini y en 1977 nace su segunda hija. Sarah Magdalena. Dos años más tarde, su ex marido Harry es encontrado muerto en su castillo de Hamburgo y es aquí donde comienzan los problemas de esta grandiosa actriz: la muerte de su ex marido le afecta terriblemente por lo que comienza a  aficionarse a la bebida. Pero otro golpe en su vida es la muerte de su abuela paterna Rosa Rhetty a los 106 años de edad.


Su matrimonio de nuevo decae y conoce entonces a un productor del que se enamora y se mudan juntos a París. A los 43 años mientras rodaba la película La visitante del Cabaret su salud empezó a deteriorarse. Sufría constantes depresiones. Pero su desgracia aun no acaba aquí: su hijo, David, trepando las verjas de su casa, resbaló y quedó atravesado por una de ellas y murió. Esto fue el golpe más duro para esta increíble actriz. Nunca pudo superar lo que le pasó a su hijo. Diez meses más tarde su marido la encontró muerta en su escritorio. Tenía 44 años.

La dulce sonrisa de Romy se fue desvaneciendo y la soledad la acompañó hasta el final. Murió así una de las más bellas mujeres del siglo XX.

Lucía

Audrey Hepburn: Elegancia y belleza eternas


Audrey Hepburn nació el 4 de mayo de 1929 en la ciudad belga de Bruselas. Antes de los 10 años vivió en Holanda hasta que sus padres se separaron en 1939 y se fue, junto con su madre, a vivir a Londres. Allí comenzó a estudiar danza y arte dramático en la Marie Rambert School. Su delgada silueta, altura privilegiada y bello rostro llamaban la atención y le condujeron al mundo de la moda. No obstante, su gracia y carisma la acercaron al mundo de la actuación, donde realizó una exitosa carrera cinematográfica convirtiéndose en una diva de Hollywood.Los primeros contactos que tuvo en el cine le sirvieron para ir adquiriendo experiencia y para poder presentarse con éxito en Broadway. Antes de triunfar en el mercado norteamericano, rodó un mínimo de seis películas en Inglaterra y fue en 1952 cuando William Wyler le ofreció protagonizar Roman Holiday (Vacaciones en Roma), film con el que se convirtió en una verdadera estrella. En él representa a la princesa Anna, cansada de sus obligaciones y de la soledad de su mundo real, solo siente el deseo de ser una persona normal.

Muchos dicen que conquistó al público americano por su belleza y elegancia, que es cierto, pero fue el lanzamiento de esta película el que supuso para la actriz un gran éxito profesional. Su participación en Vacaciones en Roma la llevó a representar su primer papel protagonista, lo que fue un gran cambio y esfuerzo para ella. Tal fue su interpretación y dedicación que ganó el premio Óscar a Mejor Actriz Principal. Ella encarnaba como nadie la inocencia y aguantó a la perfección trabajar con un actor muy reconocido: Gregory Peck. Audrey Hepburn iba entonces en camino de ser una gran estrella.

Otro de sus grandes, memorables y maravillosos éxitos fue Breakfast at Tiffany’s (Desayuno con Diamantes). El director Blake Edwards sacó con este film lo mejor de la actriz: su elegancia. Audrey representa a la inocente, astuta, auténtica y sofisticada, Holly. ¿Quién no recuerda la mítica imagen de ella desayunando asomada al escaparate de Tiffany’s con un vestido negro y con la más pura elegancia, finura y belleza?

Su magnífico trayecto profesional no la impidió casarse ni tener hijos: estuvo casada con Mel Ferrer con el que tuvo un hijo: Sean. Tras el divorcio se casó con el italiano Andrea Dotti, con el que tuvo a Luca. Tras estos matrimonios fallidos encontró, al fin, a su verdadero y único amor: el actor holandés Bob Wolders. ‘Él me hizo vivir de nuevo, darme cuenta de que no todo se había terminado para mí’.

 

ELEGANCIA, ESTILO, MUSA, FEMINIDAD…
Audrey Hepburn es un símbolo de glamour y de feminidad. La inmortal My fair Lady y la eterna Sabrina hacen que siga siendo algo más que una musa. Sigue hoy en día marcando tendencia en el mundo de la moda y de las marcas internacionales. Podemos decir que su belleza sublime y su elegancia son eternas pues es un icono de moda y de las tendencias más actuales, y ha sido y es un modelo a seguir para muchas mujeres.

Su figura y belleza parecen haber quedado inmortalizadas. Su look dulce, glamuroso y chic, su cara y su silueta, conquistaron tanto a un público masculino como femenino. Lucir lentes enormes, pañuelos en la cabeza y sombreros es muchas veces sinónimo del ‘estilo Audrey’. Mujeres de todo el mundo continúan imitándola. Se le puede definir como una mujer con armonía, buen gusto en el vestir, belleza, delicadeza, gracia y estilo.

Falleció el 20 de enero de 1993 en Suiza a los 63 años de edad. Siempre la recordaremos como la actriz que selló el prototipo de mujer en el cine de los años 50 y 60. Sus ojos inmensos y largas piernas daban lugar a la elegancia y belleza que esta actriz supo interpretar sin ningún problema. En La Mujer del Fotograma adoramos a esta actriz que, bajo su aparente fragilidad, tenía una gran fuerza, voluntad e inteligencia que le permitieron mantener el brillo y la fama a lo largo de la historia.

Silvia

Los Ojos de Amatista Anochecen Para Siempre


Hoy, 23 de marzo de 2011, muere una leyenda. Una de las más icónicas estrellas del Hollywood de los años 50, Dame Elizabeth Rosemond Taylor, más conocida como Liz Taylor ha muerto a sus 79 años de edad.

El mito cinematográfico de Elizabeth Taylor se debe, principalmente, a su deslumbrante y atemporal belleza. Se le considera un mito de la época dorada de Hollywood y el American Film Institute la nombró séptima en su ranking de Leyendas Femeninas.

 

Además de su talento como actriz y de unos ojos hipnóticos de color inusualmente púrpura – su rasgo más icónico – Liz Taylor era famosa por tener una vida privada de dominio público, que contaba, por ejemplo, con ocho matrimonios (y extrañamente siete maridos). Ganó dos Oscars a mejor actriz, adoraba las joyas y las diseñaba, y creó tres perfumes.

Claramente Elizabeth Taylor era una mujer profundamente femenina, tanto en su estilo y elegancia como en sus gustos e intereses:  a Liz Taylor no solo le apasionaban las piedras preciosas, también era activista en la lucha contra el SIDA.

Fue una gran inspiración para muchas actrices y mujeres de su época ya que era independiente, fuerte y sobre todo, libre. En 1960 fue la actriz mejor pagada en Hollywood (por su mítico papel como protagonista en la película Cleopatra).

Hasta que sus ojos violetas se cerraron por última vez, Elizabeth Taylor fue una mujer completa y moderna, en el mejor sentido de la palabra. Supo siempre lo que quería y fue lo suficientemente valiente como para conseguirlo. Demostró que ser femenina no es algo de lo que avergonzarse, y que no es incompatible con ser fuerte, ambiciosa y luchadora.

Desde La Mujer del Fotograma nos gustaría conmemorar a una gran actriz y a una gran mujer que siempre será recordada por su belleza, su fuerza y su generosidad.

Maria