UN METODO PELIGROSO o Freud Tenía Razón
Un método peligroso, de David Cronenberg, es la fascinante recopilación de un momento único en la historia y en el desarrollo de un campo humanista de la medicina: la psiquiatría. El film se centra en el personaje del Dr Jung (Michael Fassbender), y, de forma colateral, en el de su contemporario, y más conocido, el Dr. Freud (Viggo Mortensen). Todos los personajes de la película están delicadamente estructurados y su complejidad apoya firmemente el argumento del film.
Por supuesto los roles femeninos están igualmente desarrollados y aportan gran lucidez tanto sobre el campo de la psiquiatría como sobre la psicología femenina.
La protagonista indiscutible es Sabina Spielrein (Keira Knightley), una joven con un grave desorden mental que llega al hospital donde trabaja el Dr. Jung. La gravedad de su condición se revela al ser incapaz de hablar por espasmos que le atraviesan el cuerpo al oir ciertas palabras o al intentar recordar su perturbador pasado. Demuestra síntomas de histeria, complejo de Edipo y masoquismo.
Freud acababa de establecer su teoría sobre la sexualidad como base de los desórdenes de orden psíquico y el joven e inexperto Dr. Jung decide intentar aplicar el tratamiento a Sabina. Es a partir de esa decisión que surge la transferencia y la contratransferencia.
La transferencia son los sentimientos que desarrolla un paciente hacia su médico, una especie de síndrome de Estocolmo médico. Sabina experimenta una repetición de los sentimientos que experimentó en su infancia hacia su padre, reflejados en el Dr. Jung. Está confundida y con él se siente segura, por lo que se enamora perdidamente de él.
El Dr. Jung, a su vez, es víctima de la contratransferencia: al ver lo enamorada que está Sabina de él, sucumbe a los encantos de ella. En su extraña relación, que pasa de médico-paciente a amantes sadomasoquistas, Sabina da forma a la relación imaginaria que existía en su mente entre ella y su padre. Acaban combinando una relación intelectual donde colaboran el uno con el otro en el desarrollo de nuevas teorías psiquiátricas, con violentos y humillantes actos sexuales en los que él la fustiga.
Sin embargo, al afrontar con sexualidad el problema psiquiátrico de Sabina, ella se cura y se convierte en una mujer brillante, culta, y en una psiquiatra de prestigio, pupila de Freud.
Otro personaje importantísimo pero que casi pasa desapercibido es el de Emma Jung (Sarah Gadon), la mujer del Dr. Jung. Mientras que el novato psiquiatra resuelve sus dudas existenciales y sus conflictos de la infancia mostrando su sadismo en la cama de Sabina, su mujer es el elemento de realidad que mantiene a Jung cuerdo, dándole por el camino cuatro hijos.
Ella es consciente en todo momento de la relación que existe entre su marido y su paciente, aunque no del inquietante matiz que la alimenta, e intenta pararla exponiendo su relación ante el Dr. Freud, figura paterna para el Dr. Jung. Emma se muestra fuerte y decidida, aunque lo único que sabe es intentar complacer a su marido quedándose embarazada tantas veces como sean necesarias para engendrar un hijo varón.
Ambas mujeres son luchadoras y cada una representa una feminidad distinta, como dice el propio Jung, Emma es “los pilares de su hogar” y Sabina es “el perfume que hay en el aire”.
–Maria–